23/04/2021

PELUSAS

     


 Ocurre a veces al limpiar que, mientras creemos tener las superficies impolutas a fuerza de pasar una y otra vez, la escoba, el plumero o cualquier artilugio mecánico destinado a tal fin, unas pequeñas, imperceptibles y odiadas pelusas se arrinconan y agazapan esperando engordarse en su día a día. Son los restos no reconocidos en la tarea, las basurillas despreciadas por insulsas e imperceptibles. Ellas, como digo, se agazapan esperando su momento de gloria, van haciendo cuerpo, endureciéndose en las esquinas, filtrándose por los huecos y llegando, incluso, a apestar y deslucir, poco a poco, las estancias. 

Nadie parece querer reconocerlas, nadie las considera suyas, parecen crecer desde un interior no accesible, impropio de una pulcritud tan aparente. Entonces, un buen día, decides aplicar el decapador y observas cómo en ese sacrificio se va parte del espacio que las acogió y la nueva pulcritud tiene un algo de rancio, un color desvaído y la cicatriz del abandono. 

Y no, no descansan solo entre los muebles o en los rincones de los altillos, también lo hacen en lo más profundo de nuestro ser, en las entrañas de aquellos momentos sin resolver y más tarde o más temprano terminan por invadir el apacible espacio de la cordura, aunque esas no son las odiadas pelusas, son las inclementes pelusas del odio.  


13/04/2021

EL BESO

Un instante
una eternidad
el roce leve...
Un estallido
un hasta pronto
un cómo estás
el quitapenas
de la piel cercana
muda,
para que no redunde
la palabra.
Impulso,
sosiego,
apariencia,
(una traición)
Deseo,
ardor,
frio...
Rechazo 
¡un no!
asco
que borra
el envés de la mano.
Sabores
¡un si!
y se abre camino
por el mapa de tu cuerpo.
así, o más,
es el beso.


24/03/2021

VIOLENCIA MACHISTA: EL CIRCO DE LOS MEDIOS

Hasta la naturaleza se sonroja
con lo que hay

 Sigo sin ver el documental sobre Rocío Carrasco, en principio ni lo necesito ni me agrada porque yo no tengo que juzgar el caso y digo el caso a propósito, porque tal parece que a quien se está juzgando es a ella y no a la propia violencia como mal endémico tanto de los microcosmos como del universo universal, a tenor de las cosas que leo.

La violencia machista sigue siendo una de las mayores vergüenzas de la humanidad y convertirla en un circo donde todo el mundo tiene su papel me parece nauseabundo. 

Que ahora saquen a la palestra a Nevenka, a la chavala violada por la manada, o a Ana Orantes, dice mucho y poco bueno de los medios. Usan "los casos" para crear realitys y se desharán de ellos cuando ya no sirvan como unas series van sustituyendo a otras. 

Rocío Carrasco fue creída por mucha gente antes, incluso, que por ella misma, esa indefensión aprendida, ese maltrato desde que, por ser hija de famosa, te viene, casi, dado de serie pero que cualquiera considera que entra en el sueldo. 

¿De verdad alguien con dos dedos de decencia se plantea si creer o no a una mujer que denuncia maltrato?

Y, de verdad, alguien con dos dedos de decencia no se plantea denunciar el escenario asqueroso en que se está convirtiendo alguna prensa?

Ya tenemos otra charca de barro acondicionada; al final, de ella solo se sale enfangada y difícil es reconocer víctimas de verdugos. 

Aunque, tal vez, sea precisamente eso lo que se pretenda.



21/03/2021

¿Y TÚ ME LO PREGUNTAS? 21 DE MARZO, DÍA DE LA POESÍA

 


¿Y tú me lo preguntas?

Esas cinco palabras que siempre responden a la misma incógnita mientras las pupilas se andan perforando sin piedad.

¿Qué es poesía? Y el mundo sale corriendo con el horror de pensar que el preciado bien de la palabra se desparrama inútilmente en charcas melancólicas y decires imposibles.

Así, cuando llega el poeta y lo simplifica todo con un ¡poesía eres tú! se desmonta todo el andamiaje , ya que por mucho que el señor Gustavo Adolfo anduviera perdido por los huesillos de su amada, basta pensar en según quién para darse cuenta de que, a veces, no siempre parece certero el tú.

Pero innegable es lo que afirmó el romántico, ¡poesía siempre eres tú! y en ese tú estoy yo y todos los fantasmas que flotan por los espacios antes ocupados, ahora  yermos  y abandonados.  (¿Veis cómo va surgiendo?)

El dolor sentido o imaginado,  que viene a ser lo mismo, pues el dolor siempre es dolor al nombrarlo. El latigazo en las sienes, el estallido que sube desde las tripas, el sollozo abrazado a una almohada tan muda como cómplice, suplicando penas, penas en las que rezongar para aliviar las grandes cobardías. 

Poesía eres tú  cuando haces bailar las palabras en mi mente para hacer esa música que la prosa raspa y hace áspera... y soy yo cuando pierdo el pudor entre esas mismas palabras encerradas en un arca con varias llaves.

Poesía son los pequeños trozos de mundo, los matices encerrados en la esquina de los sueños, la eternidad en cuatro palabras, la gramática desbocada, la gran orgía del caos.

Poesía es darte la oportunidad y abrazarla, es librar la batalla con la razón y ganarla.

¿Qué es, pues, poesía? ¿Y aún me lo sigues preguntando? Haces bien, sigue así.


19/03/2021

EL DIFUMINO

 


Mi padre era un tipo singular, aunque, probablemente, no más que cualquier padre en el ejercicio de sus funciones, incluso me atrevería a afirmar que más que singular era, plural. 

Con el paso del tiempo he aprendido a entenderlo pues la distancia que marca el tiempo, ayuda y tranquiliza el recuerdo y poco a poco, se va soslayando aquello que daña para reconvertirlo en pasado, sin más, a pasar el difumino y hacer que esos bordes gruesos se diluyan y hagan de la figura un todo más global, porque el trazo que esboza la imagen también configura el fondo.

Traigo a colación el difumino porque fue precisamente mi padre quien me enseñó las funciones de dicha herramienta. Con un carboncillo bosquejaba formas en el papel y después, aquella especie de lapicero falso repasaba los trazos gruesos y los convertía en sombras que tomaban cuerpo. Mis torpes dibujos se afanaban en querer ser algo, pero natura nunca me dotó de habilidades pictóricas y pronto mi difumino paso a querer convertirse en algo más alegórico. 

¡Qué bueno sería tener un difumino de vida! recorrer los trazos crueles que dibujan momentos de marcados contornos, esas evidencias tan poco estéticas, esas aristas sin gracia, agotadas en su propio límite. Me veo aplicando el difumino a las emociones cuando se apelotonan en el entrecejo y tensan la mirada, a esta boca que me pierde y me lleva, a veces, a dañar sin ganas. 

Un difumino para hacer más llevadero el paisaje y el paisanaje que se pinta alrededor, afinar, desvanecer la espesura, adivinar su esencia, mezclar lo abrupto para inventar matices. 

Se lamentaba mi padre de ¡lo que pudo ser y no fue! pero la realidad heredada es la de lo que no pudiendo, no queriendo o no sabiendo ser, sí fue y de lo que al intentar ser sí creyó serlo, tal vez porque, en el fondo, algo de difumino si le aplicamos a la vida. 


08/03/2021

FIRMADO, YO: MUJER

 

Los pasos
se clavan
en la tierra húmeda,
arrecia el viento
en la cara
mientras abre surcos.
Se distrae la mirada
y las manos,
cansadas de sostener,
ensayan sombras.
El cuerpo
se retuerce
en contorsiones
desatadas
para expresar
lo que la boca
ya calla.
El grito es,
ahora,
la melodía posible.
El vientre, 
aunque vano,
desata su fuerza
y aleja el miedo
y rellena el surco
y hace luz
la sombra
y aclara el grito.
La historia
tiene otra línea,
una más.
Firmado, hoy, 
yo,
mujer.

01/03/2021

ANDALUCÍA

 Andalucía se te pega a la piel, algo que nos vendieron (muy mal vendido, por cierto) como la esencia de un país que se dibuja en la piel de toro. Se nos vendió a golpe de castañuela barata y traje de faralaes, de toreros valientes y cornadas de hambre. 

Andalucía es el sur, ese que también existe, el sol de España, la enorme terraza de vino y tapas, ese sur de uso y disfrute que se abandona y se vende con la misma intensidad que se disfruta y se compra. 

También es olivar y campo y temporeros mal pagados que conviven entre jeques y yates como si una ucronía hubiera determinado un modo de vida inabarcable.

Andalucía es duna y viento, frontera y fin, abismo de una Europa que sangra por los bajos, estrangulada la dignidad en El Estrecho. Belleza inmensa de flores y patios, de tez morena recortada en paredes enjalbegadas, de río y desierto, de azahar y cardo, de agua y rumor, de sombras frescas, de nieve y frío, de sierra y mar. De mujeres fuertes, de pañuelos negros y sombreros que esconden el perfil del surco que crió la tierra. Andalucía es ese lugar donde siempre quiero volver y donde nunca se si llegar. Tal vez algún día nos reencontremos y nos entendamos, mientras te seguiré inventando.

27/02/2021

8M, EN EL LÍMITE DEL MAL

 No tengo pensado acudir a ninguna manifestación, ya lo digo por delante. Pero estoy alucinando con la cantidad de vestiduras rasgadas y alertas de todo tipo respecto a las futuribles manifestaciones del 8M. 

Desde que empezaron los de los pucheros a salir a la urbe, un sinfín de protestas se han sucedido en las calles al calor de propósitos varios. Tuve que soportar atascos de vehículos con globitos de los más variados colores según el motivo de la reivindicación (que hasta monjas acudían en hordas a defender sus vulnerados derechos patrimoniales de esa educación concertada y religiosa que iban a destruir y a hacer desaparecer de la faz de la tierra) La hostelería, gremio que respeto profundamente hasta donde llega el suyo por su personal, ha estado en la calle día sí día también. Ya no hablo del gremio del rap porque este, seguramente, no cuenta con el beneplácito de gran parte de la sociedad, pero salir, salen, al igual que esos ultras nostálgicos de aquella que llamaron división azul o los que reclaman la unidad de la España que desunen.

La lista, desde ese 8M del 2020 que trajo sobre el mundo más de la mitad de sus males como si 
un aquelarre de brujas infames se hubiera desatado sin piedad, es innumerable.

Ahora, que el feminismo vive horas muy tristes (y el término me parece flojo aunque es lo que siento) ya salen los golpes de pecho para avisar que las escobas no pueden ponerse en marcha ¡no vaya a ser...! 

Pues sí, mejor en casina, pero el resto que hagan lo propio, incluidos nazarenos, manolas y manoletes, costaleros, portacirios y pregoneros varios, que la semana santa es tiempo de recogimiento y contrición, a ver si se nos va a escapar el espíritu santo y después le echamos la culpa a las palomas.

UN CAFRE CON BIGOTE

 Hace 40 años dormía la siesta al arrullo de la radio, de repente un cafre con bigote me despertó. Yo, tal vez, no tuve la consciencia total de lo que aquello significaba o quería significar. Cuando salí a la calle el paisaje se asemejaba a un thriller de Hitchcock, hombres con trajes poco planchados y seguramente poco lavados dejaban imaginar herramienta poco de fiar bajo los sobacos. Mientras, en aquel café Napoli de la Plaza Mayor de Valladolid un rostro en la tele expresaba, con la contención que da el miedo, el que yo no había aprendido, todavía, a sentir del todo. Esa periodista con acento canario que años más tarde nos ponía al tanto de las cosas del corazón, hizo que esa tarde muchos corazones, de los de verdad, empezaran a latir con la fuerza que da el latigazo del pánico. 

Una tanqueta de la policía a la puerta del Ayuntamiento, y un amigo que dudaba entre escapar por Portugal o por el Pirineo mientras contaba que a otro le acababan de "limpiar" el piso. El resto, un poco a uvas de muchas cosas, fuimos al kiosco a por pilas, porque esa noche se podían ver documentales de monos y elefantes en la tele o escuchar la radio, donde daban la primera lección de transición política y yo, a punto de cumplir 21 años, ya empezaba a sospechar que los apuntes no estaban bien dictados.

40 años después siento una tristeza tremenda por todo lo que no supimos aprender y por todo lo que quedó por enseñar.

06/02/2021

VISIBILIZAR LA NAUSEA. COMADRE DE ORO 2021: MABEL LOZANO.


Cuando el 20 de octubre del 18 en el marco de la SEMINCI me sentaba en una sala de los cines Broadway de Valladolid para ver el estreno de "El proxeneta. Paso corto, mala leche" de Mabel Lozano lo hice con el miedo que me aborda siempre (soy cobarde, no lo niego) a enfrentarme a una realidad tan nauseabunda. Tuve miedo a ese pellizco que se te agarra y te retuerce la entraña dormida haciendo que  apartes la vista.

Cuando terminó la proyección no sentí esa indeseada congoja tan aguda como temía y pensé :¡es floja!,  no muestra, no daña. 

Sí que noté haber entrado en la realidad de un ser abyecto y ahí fue cuando el pellizco se apoderó de mis tripas, ¡casi empatizaba con semejante ser!  

¡Horror!, me dije.

Me costó entender dónde estaba la trampa, admitir que el negocio de la prostitución se ejerce por personas (aunque a veces cueste aplicar el calificativo), seres humanos, con trayectoria y opciones y que el saco de mierda que arrastra lo acarrean los poderes imperantes, la vista gorda de gobernantes y fuerzas del orden (supongo que tristemente establecido), la miseria como justificante, el cuerpo de las mujeres como mercancía.

La voz de aquel individuo del que no recuerdo (ni ganas de hacerlo) su nombre, narraba con la misma naturalidad con la que habría relatado que llevaba un negocio de hamburguesas y le iba bien.

Allí el protagonista era él, el redimido sin redención, el villano hecho un figura. 

Y esto es lo que hay, comprendí que es eso lo que se ve, ¡el empresario de la carne!, más o menos hortera, más o menos indeseable pero con la chequera a punto para tapar bocas y engordar negocios.

Mientras, ellas, las prostituidas, siguen siendo las visibles incorpóreas, los hedores perfumados, argumentadas por el mal menor de sus destinos y opacadas en las conciencias ajenas, el esclavismo más miserable. 

Por eso hoy, que se adjudicó, por la Tertulia Feminista Les Comadres de Gijón, la Comadre de Oro a Mabel Lozano, me alegró pensar que, a través de ella, se ponga el foco en esas escorias que siguen gozando de la maldita impunidad que les concede una sociedad tan consentidora como mercantilista,  tan hipócrita como buenista y tan estúpidamente absorta en ese monstruo que seguimos alimentando, póngale cada cual el nombre que quiera que,  en lo más recóndito de nuestro ser, sabemos quien es.


Related Posts with Thumbnails