03/11/2012

¿ALGO ESTÁ CAMBIANDO?


Paseaba hace unos días por los alrededores de mi casa, era media tarde y el movimiento en la calle dibujaba  un ir y venir de familias apresuradas, arrastrando el cansancio del día junto las bolsas del “super”.
         De repente algo me llama la atención, no debería hacerlo pero me sorprende, un niño de unos 4 años (supongo que siempre me fijo por cierta deformación profesional) empuja con gesto cansado una sillita de bebé, era una sillita de juguete con su correspondiente muñeco dentro, su madre unos pasos por delante hacía equilibrios con las bolsas de la compra mientras el niño, con exquisito cuidado, seguía empujando su juguete afanado en alcanzar a la mujer.
         Miré alrededor, confieso mi escepticismo, esperando a que apareciera la hermana y dueña del carrito pero pasados unos segundos asumí con enorme regocijo mi error y solo se me ocurrió exclamar: ¡Sí, algo está cambiando!, ese es el juego simbólico que quiero ver, el que vive extramuros de la escuela y se mezcla con la normalidad de las calles, el que no oculta la imitación de las tareas compartidas, el que anuncia que los niños empiezan a entrar en el juego del cuidado. Por un momento sentí el placer de la recompensa y me tuve que contener para no darle un abrazo. Comedida me limité a mirarlo con ternura y con cierto temor de convertir en extravagante lo que el niño vivía con absoluta normalidad y entonces me estremecí al pensar que, a la vuelta de la esquina, algún revientafuturos con el cerebro encharcado de testosterona intentaría acabar de un golpe certero con lo mejor que, profesionalmente, me había pasado ese día.

2 comentarios:

  1. Espero qué no apareciese revientafuturos a la vuelta de la esquina!! Reconozco que yo también miro con cierta ternura y precaución cuando veo estas bellas estampas... un abrazo!! Bonita entrada, comparto!

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  2. Escribes bien.Claro que muy lentamente pero ya se van concienciando
    Un saludo

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