Aunque me asalta esta maldita indefensión que provoca la sensación de tener el pensamiento secuestrado:
¿Significa esto que secundo la huelga poniéndome del lado de todos los sindicatos que misteriosamente han conseguido ponerse de acuerdo en algo?
¿Significa que me quedo en casa para contribuir económicamente, con el descuento que se me aplicará, a paliar la cacareada crisis económica?
¿Será pues que con mi ausencia laboral jorobo al gobierno y le doy alas a la “santa oposición” (obsérvese el juego de palabras por favor) que no apoya pero enciende?
¿Me apuntarán los laicos de la iglesia (como lo oyen) a su lista si se me ocurre ese día ponerme algo blanco?
Haga lo que haga habrá quien me acoja en su seno, quien haga un uso espurio de mi decisión para engordar vanamente una cifra que solo justificará su provecho.
Se lo oí decir a mucha gente sabia:
¡VAYANSE USTEDES A LA MIERDA!
Y espero que cuando pierdan siempre sea porque les faltó un voto ¡el mío!(Y A LOS SALVAPATRIAS QUE LES DEN DOS VECES)
Lo que más me enciende es que han bajado el sueldo (hecho histórico que hubiera incendiado ciudades si se lo hacen a otro colectivo) al funcionariado y los sindicatos y la ciudadanía en general casi hasta aplaudieron. Tengo ideas contradictorias esta vez, por primera vez en una huelga y me sale la mala hostia, ayyyyy.
ResponderEliminarenhorabuena por ejercer la coherencia!! ya somos dos (y con Amapola, mi pareja, 3).
ResponderEliminarEncantada de leerte...
Abrazos salinos