Después de andar por las calles cámara en ristre, seguidora fiel
de cualquier protesta en unos tiempos donde el horizonte se funde en negro,
muda de consignas ante la vergüenza de cánticos que parecen salidos de las
(creía yo) superadas cavernas setentistas, representante de un alto
porcentaje no representado, retaguardista encomendada a llevar la vela (que se
decía en otro tiempo) y además funcionaria que cada mañana debe pedir perdón
por estar en nómina, hoy, 1º de mayo de este año apocalíptico, proclamo mi
hartazgo.
Sí, hastiada de
actuar de comparsa y coartada para grupos anhelosos de perpetuarse en el poder,
grupos que no dudan en montar tenderetes de igualdad cuando la feria se viste
de colorines la misma feria que juega al pim pam pum con sus mujeres, porque
las cree suyas, y las posterga cuando toca ponerse serios y anudarse la
corbatona.
¡Ya basta de
regalar igualdad!, La igualdad ES ¡se practica!, no se
amasa no se modela ni se inventa.
Señores:
¿De verdad eran lo
mejorcito de sus partidos? ¿De verdad se creen ustedes que en el estado en que
está Asturias son ustedes la mejor alternativa? ¿De verdad que ninguna mujer ha
sido digna de entrar en esta casa? ¿De verdad ansían recuperar esta Comunidad
desde su androceo?
Ejercicio de agudeza visual: ¿Cuántas mujeres presiden la cabecera? |
Al final juegan los hombrecitos a sus batallas, esas del honor con olor a puro y a brandy, tensan los tirantes con sus pulgares y se golpean el pecho. Vendrá Antón con su metralleta y pondrá
El molino que se
asienta en mi cabeza se pone en movimiento, las ideas ya son harina
fina pronto serán hogazas de pan blanco y me las comeré a bocados, al menos las
hambres son solo mías.
Compañera, no se puede decir mejor de lo que has dicho. Impresionante post, asistimos al momento en que los que solo usaron la igualdad para ganar votos se lavan las manos ante la discriminación y los que nunca han hablado de igualdad ya están de nuevo en un abrazo con sus colegas del alma.
ResponderEliminarBárbaro!!
ResponderEliminarQue cierto es que parece que no hay mujeres dignas de ciertos despachos. A estas alturas de la vida y en el tiempo en que vivimos es inexcusable. Ya tengo ganas de ver las noticias y los despachos llenos de faldas de flores y sin corbatas.
ResponderEliminarNo has podido decir mejor lo que pienso y lo que siento. ¡Qué hartazgo! ¡Qué vergüenza! Vergüenza ajena por quienes no la sienten porque no la tienen.
ResponderEliminarAhora bien, desde aquí te lo digo, independientemente de sus desvaríos testiculares y testosterónicos, lo nuestro, visto lo visto, es seguir en las barricadas, educando a las niñas y los niños de hoy para que sean mujeres y hombres sobre quienes no caiga la vergüenza que siento cada vez que me asomo a las noticias.