24/11/2012

NORBERTO


Siempre evitaba coger el ascensor, la escalera era un pequeño espacio de libertad, -seis pisos daban para mucho- era uno de tantos que se había ido creando, como salir a diario a comprar pequeñas cantidades de comida, olvidos de última hora…
Algo fatigada por el esfuerzo pasó la mano por la nuca y echó la cabeza hacia atrás al tiempo que desenredaba una a una las horquillas para hacer caer, en cascada, aquella enorme melena  plateada. 
Cada horquilla era un recuerdo que se desplomaba en la alfombra, ¡un lastre menos!, se dijo.
Desnudó su cuerpo y rescató del armario las prendas prohibidas.
Se sentó delante del ordenador y evocó cuidadosamente todo lo aprendido en secreto, recordó a duras penas su nombre de usuaria y su clave y apareció en la pantalla aquel blog ya casi olvidado, empezó a relatar su odio, lo tituló con su nombre –Norberto-  y las líneas iban apareciendo como regueros de sangre espesa, acumulada y maloliente, sus dedos paseaban ágiles sobre el teclado, las lágrimas brotaban como un torrente liberador para limpiar cada una de las heridas.
Al terminar lo hizo público, sabía bien dónde hacerlo, mandó copia a cada una de sus amigas, esas que secretamente había seguido conservando, esas que cada día estremecían su temple cuando la animaban a denunciar. ¡Se lo debía!, ellas la enseñaron a sobrevivir y hoy, por fin, había decidido VIVIR, vivir a sabiendas de que este paso podía costarle, precisamente, la vida.

Lo hizo por ella, por ellas y por su hija y por la hija de su hija y por su madre, que solo pudo enseñarle resignación, y por su suegra que murió un buen día de una sospechosa caída. Por ella y por todas sus compañeras, como decía de pequeña en sus juegos.

A la vez que pulsaba el intro en el descansillo se oye ruido de vecindario, el timbre de la puerta suena insistentemente, al abrir alguien con gesto sombrío anuncia:
-¡el ascensor se ha descolgado!, tu marido estaba dentro, seis pisos en caída libre, ¡ha muerto!
Ella miró al ordenador donde podía leerse: “su mensaje se ha enviado de forma correcta”  y sonrió satisfecha.

03/11/2012

¿ALGO ESTÁ CAMBIANDO?


Paseaba hace unos días por los alrededores de mi casa, era media tarde y el movimiento en la calle dibujaba  un ir y venir de familias apresuradas, arrastrando el cansancio del día junto las bolsas del “super”.
         De repente algo me llama la atención, no debería hacerlo pero me sorprende, un niño de unos 4 años (supongo que siempre me fijo por cierta deformación profesional) empuja con gesto cansado una sillita de bebé, era una sillita de juguete con su correspondiente muñeco dentro, su madre unos pasos por delante hacía equilibrios con las bolsas de la compra mientras el niño, con exquisito cuidado, seguía empujando su juguete afanado en alcanzar a la mujer.
         Miré alrededor, confieso mi escepticismo, esperando a que apareciera la hermana y dueña del carrito pero pasados unos segundos asumí con enorme regocijo mi error y solo se me ocurrió exclamar: ¡Sí, algo está cambiando!, ese es el juego simbólico que quiero ver, el que vive extramuros de la escuela y se mezcla con la normalidad de las calles, el que no oculta la imitación de las tareas compartidas, el que anuncia que los niños empiezan a entrar en el juego del cuidado. Por un momento sentí el placer de la recompensa y me tuve que contener para no darle un abrazo. Comedida me limité a mirarlo con ternura y con cierto temor de convertir en extravagante lo que el niño vivía con absoluta normalidad y entonces me estremecí al pensar que, a la vuelta de la esquina, algún revientafuturos con el cerebro encharcado de testosterona intentaría acabar de un golpe certero con lo mejor que, profesionalmente, me había pasado ese día.

01/09/2012

ADIÓS TAMBIÉN...GILDA


      Tal vez tu destino era ser una perraflauta pero el día en que tu madre, preñada y abandonada, fue recogida en la calle Corrida de Gijón por Isabel, una  mujer de esas que dicen de edad y amante de los animales, tu futuro dio un pequeño vuelco. Ella hizo que nacieras arropada entre mantas y asistida por veterinaria y ella fue, también, la que ligó tu futuro a nuestras vidas cuando permitió que te recogiéramos en su casa un día de abril para hacerte hermana, por derecho, de la que sería tu compañera de juegos y disputas durante 14 años, una Fox tan guapa como altanera, con tanta raza y belleza que en el primer viaje te recordó que te había tocado ser la fea.

      Pero tú, con ese espíritu de supervivencia guardado en algún gen del abandono fuiste imponiendo, con arte certero, esa raza que exhiben las desheredadas con derecho a tierra.
A cada pose de arrogancia de Greta respondías con un acercamiento rayano a la sumisión, y con zalamería casi felina accedías a caricias y arrumacos de cualquier humano viviente. Así conquistaste a los sobrinos empeñados en disfrazarte o a las abuelas que no necesitaban acelerar la marcha cuando paseabas a su lado. Y también conquistaste a Greta que pronto asumió la necesidad de protegerte porque con quererte ella ¡ya estaba bien de amores!
      Y a nosotras que un buen día, después de quedarte pelona, vimos aparecer como si se tratara de una crisálida una hermosa perrina que, sin duda alguna, tenía raza propia: Gilda, diseño exclusivo, tan guapa que solo nos queda el recuerdo para evocarte.

      Tus patitas, demasiado cortas, soportaban un cuerpo algo más pesado de lo deseable debido a tus aficiones gastronómicas por lo que desde hace unos años caminabas lo justo y te resistías a esfuerzos innecesarios rezongando terca cuando te obligábamos a caminar un poquito más.
      Por eso, en estos últimos días cuando te negabas a aplicar ese esfuerzo a lo único que te daba placer en la vida y volvías la cabeza ante los manjares que se nos iban ocurriendo, escuchamos en tu silencio ese grito de ayuda para dejarte marchar, para permitirnos realizar el acto más generoso que nuestra propia naturaleza (la humana) se empeña en negar.
      Hoy con una pena honda que pellizca aquí dentro hemos elaborado tu adiós y te hemos visto marchar mansamente burlándole a la muerte todo lo que tiene de indigna.
      Vete tranquila que tu recuerdo es dulce y aquí nos queda Trufa para acompañarlo.

25/08/2012

HILOS DE PLAYA

El pequeño avión iba y venía batido por el viento condenado a una estereotipia eterna y tremendamente aburrida. Era un avioncillo blanco ribeteado de rojo en las alas y atado a un hilo invisible que le hacía aparentar una libertad ilusoria.
Me recordó tantas cosas que casi me inquieta esa tendencia inoportuna a la comparación.

            Hilos invisibles se trenzan en derredor y nos amarran a finales ocultos, vidas batidas por vientos inquietantes con destino a ningún sitio, ir y venir con rezongona indolencia por creer que es el hilo el que te protege.

            Multitud de negros recorren cansinos la playa como sombras huidas de cuerpos en patera; arrastran cachivaches y enormes hatos de ropas multicolores cosidas en sótanos sombríos a cambio de un sueldo que superará a duras penas el valor de cada prenda.
            -¡Barato Mary!, cómprame un reloj para tu marido…
Y cuando le miro atravesando esos ojos profundos como el Estrecho, adivina que ni yo soy Mary ni voy a tener marido. Toca ahora desplegar el resto del ritual con pocas ganas pues el sol aprieta tanto como el ramadán y esta Mary, hoy, no va a aflojar la cartera.

            Desvío la mirada hacia el avioncillo que afanoso en su tarea remonta ahora el vuelo planeando por encima del bosque de sombrillas multicolores, libre, al fin, ¡sube!, pero entonces mi mano atrapa un fino hilo negro que se prolonga desde un carrete asido por la mano de su dueño esmerado en rebobinarlo para recuperar el juguete playero.
            Vuelvo a casa (eufemismo veraniego aplicado al lugar de residencia), para pasear a mi perra a la que amarro a una correa extensible y sin querer pienso de nuevo en el avioncillo, en el carrete de hilo y en el negro que ahora duerme plácidamente bajo la palmera. Y al pasar al lado de unos cubos de basura veo asomar unas alas blancas ribeteadas en rojo de donde cuelga un largo hilo negro.

10/07/2012

NANA CUENTO PARA LUCÍA





Es la hora de dormir y Lucía no tiene sueño, su mamá le ha puesto un pijama de estrellas y le ha dado un beso en la punta de la nariz.

-  - Mami, cuéntame un cuento para que venga el sueño y me pueda dormir: el de los siete cerditos, Caperucita y los tres enanitos y esos amigos del lobo que comen galletas de bruja en casa del ogro Fidel.

Pero Lucía no duerme, su cuarto esta oscuro y las estrellas de su pijama apenas se ven.
- Papi, ¡que baje la luna!  hoy solo se ve un cacho y parece una cuna

A lo lejos la música empieza a sonar, la luna, que llega, se pone a bailar.

Lucía se sienta y comienza a aplaudir pero los sueños no quieren venir.
Su osito la mira con ojos cansados y muy bajito le dice al oído:
        -¡Lucía, nos tenemos que dormir!
        -¿Y cómo se duerme?, dí
        -Cierra los ojos despacio que alguien, muy lejos, inventará un sueño para ti.

Nana-cuento que escribí en marzo de 2000 para mi sobrina Lucía

27/06/2012

LÁGRIMAS EN ZAPATILLAS


Algunos días las emociones visten de calle, con ropa cómoda, vienen de al ladito mismo, del codo a codo. Sí, hoy me he emocionado y lo he hecho con lágrimas de esas que te brotan sin reparo, lágrimas en zapatillas. 

Víspera de vacaciones y para evitar concentrar las despedidas en el último día, un compañero se despide para marchar a otro cole y, aun siendo joven, lo hizo a la antigua usanza, con unas palabras; dicho lo cual cualquier mente mal pensante derivaría tal hecho en ñoñería. Sin embargo hemos recibido una sonora bofetada de ternura y yo me he sobrecogido al comprobar que sí quedan hombres de verdad, de los que no vienen llorados de casa porque las lágrimas se comparten y lavan el corazón, un hombre hecho de pasta de escuela al que su alumnado abrazó hasta romperse porque supo poner ternura y demostrar que esta profesión también es de chicos.

No sabes, David, qué lección nos diste hoy en esa casa que llamas tu universidad de la vida, hoy nos enseñaste a ser mejores, calmaste el tremendo calor con un chorro refrescante de humildad y de bonhomía y te aplicaste en el esfuerzo de pronunciar tus palabras ahogadas por la emoción sin complejo alguno.

Dicen que los regalos poseen algo de quien los hace, yo, por si acaso guardaré con cariño tu pasmina y me la echaré al cuello cuando sienta que la sombra de la inocencia amenaza con desaparecer para siempre.
Gracias chaval, ¡vaya como te voy a echar de menos!

18/06/2012

PEREZA VENCIDA

Tarde de tarea, 
hastío futbolero 
y yo aquí deseando que cada día tenga mil horas, 
peleando con el quehacer sin hacer lo que debo.
Quiero vencer la pereza del desasosiego, 
miles de palabras pasean por mi mente, 
¡TIEMPO!, 
no hay tiempo, 
quisiera relajar el tictac del reloj pero no llego.
Mañana empiezo que hoy no puedo


01/05/2012

AGÜITAS TESTICULARES


Después de andar por las calles cámara en ristre, seguidora fiel de cualquier protesta en unos tiempos donde el horizonte se funde en negro, muda de consignas ante la vergüenza de cánticos que parecen salidos de las (creía  yo) superadas cavernas setentistas, representante de un alto porcentaje no representado, retaguardista encomendada a llevar la vela (que se decía en otro tiempo) y además funcionaria que cada mañana debe pedir perdón por estar en nómina, hoy, 1º de mayo de este año apocalíptico, proclamo mi hartazgo.
Sí, hastiada de actuar de comparsa y coartada para grupos anhelosos de perpetuarse en el poder, grupos que no dudan en montar tenderetes de igualdad cuando la feria se viste de colorines la misma feria que juega al pim pam pum con sus mujeres, porque las cree suyas, y las posterga cuando toca ponerse serios y anudarse la corbatona.
¡Ya basta de regalar igualdad!,  La igualdad ES ¡se practica!, no se amasa no se modela ni se inventa.
Señores:  

¿De verdad eran lo mejorcito de sus partidos? ¿De verdad se creen ustedes que en el estado en que está Asturias son ustedes la mejor alternativa? ¿De verdad que ninguna mujer ha sido digna de entrar en esta casa? ¿De verdad ansían recuperar esta Comunidad desde su androceo?

Ejercicio de agudeza visual:
¿Cuántas mujeres presiden la cabecera?
Y una se echa a la calle con los hombretones de la izquierda que siguen presidiendo pancartas y discursos y los palos, todos ellos, van cayendo del sombrajo, ¡va a ser cosa de entrepierna, una especie de virus testicular que se filtra por los despachos y, a modo de esa agüita amarilla que cantaban los "toreros muertos", recorre cañerías y sale por las alcantarillas apoderándose de todos y cada uno de los hijos de Adán! 

Al final juegan los hombrecitos a sus batallas, esas del honor con olor a puro y a brandy,  tensan los tirantes con sus pulgares y se golpean el pecho. Vendrá Antón con su metralleta y pondrá la dinamita Colás y gritarán muy fuerte y dirán ¡Compañeros y compañeres! y...!ahí quedará todo!
El molino que se asienta en  mi cabeza se pone en movimiento, las ideas  ya son harina fina pronto serán hogazas de pan blanco y me las comeré a bocados, al menos las hambres son solo mías.  




14/04/2012

DE MUROS, ALEGRÍAS, VERGÜENZAS Y REPÚBLICA

Acabábamos de estrenar los 80, esos que se apellidaron de la movida; lucíamos una democracia acneica  y yo componía mis años con patitos. Toda iniciativa servía, había que hacer, aprender, construir, mirar a un mundo que se desayunaba a diario con mieles de libertad. Futuro era una palabra preñada de realidad, el horizonte era extenso y sin brumas y fue por entonces cuando conocí a Manolo Sierra, eran unos cursos del Ayuntamiento de Valladolid para formar monitores de aire libre y Manolo tenía que enseñarnos como llevar un taller de pintura, tal vez porque siempre quise ( y ahí se quedó todo) saber pintar  su sencillez me abrumó, de él  aprendí que el mejor pincel se hace con pelo de la propia cabeza y la mejor bata con una camisa vieja no supe ver a mis veintipocos años que me estaba resumiendo la esencia de la escuela, así de simple, así de compleja, así de autodidacta y así de anárquica, pero en un rinconcito de esa neurona respondona que no muere quedó una pincelada que me da, de cuando en vez algún que otro menoscabo de mi ejercicio de funcionaria (tal vez asesina como cantaba Alaska)
Esta semana santa, como un fin de semana más, volví a las calles de mi ciudad y paseando mi barrio me acerqué a ver lo que bien podría llamarse el muro de la vergüenza, porque Sierra regaló de nuevo su arte, el que otrora fuera bendecido por el mismo alcalde que hoy lo tacha de pintada y, sin el más mínimo pudor, como quien limpia una basura, ordena y manda ser encalado para hacerlo desaparecer de los muros callejeros.
Sí, allí en la calle de Juan Mambrilla lucía resplandeciente el inconfundible optimismo de Sierra que, tras sufrir el primer atentado institucional, (y aquí llega mi rabia) este se vio refrendado por unos cuantos brochazos de seres descerebrados empeñados en demostrar que lo de Fachadolid no es solo un mito.
¡Cristo Rey!, pintan encima ¡tontos de los cojones!, el que nombráis os habría dado una patada en el trasero y vuestras brochas no son más que prolongaciones flácidas de una inteligencia incapaz de hacer un redondel con el culo de un vaso. Y en estas el mismo señor alcalde que tachó de pintada la obra de un muralista de reconocido prestigio no dice ni chus de todo esto y yo me encuentro con él  en mi querida "Acera de recoletos" y me tengo que enfriar la sangre a golpe de improperio por no lanzarme al cuello y quedar como la loca que soy.
Me olvidaba ¿tendrá que ver que el mural se llame "Alegría de la república"? ¡No lo creo! ¿o sí? ¡Ay!

08/03/2012

8 DE MARZO: SIN MIEDO, AL FONDO HAY RED

Por vosotras, con vosotras y a vuestro lado, os lo debo, nos lo debemos. 
Después del 8 solo hay futuro

13/02/2012

1968: MARTES Y 13 FEBRERO Y BISIESTO

Era 13 y martes de un febrero también bisiesto, en Valladolid una lluvia fría lavaba las calles tal vez para recibirte con la limpieza merecida de quien se estrena en el mundo. La lluvia imponía la norma de salir del colegio por una  pequeña puerta que agrupaba a las familias bajo una seta enorme plagada de paraguas y allí recuerdo ver a  mi prima,  que en plena adolescencia incipiente, fue la encargada de recogerme ese día para anunciarme con una tierna prevención fruto de la falsa creencia de mi seguro trauma ante tu nacimiento, ¡que había tenido una hermanita!

Erraban quienes pensaron que estaba encantada de mi unicidad y tal vez a sabiendas de ello se empeñaron en convencerme de que tu llegada iba a acabar con "mis privilegios".
Por eso tuve miedo, o vértigo o lo que pudiera sentir una niña de 8 años a la que los Reyes Magos habían complacido en su deseo más hondo y al acercarme a ti y verte en tu moisés de mimbre me pareciste grande y poderosa, con licencia para cambiar mi vida. Pero ese día papá me trajo dos TBOs en lugar de uno como hacía siempre y mamá me miró con tanta ternura que el mundo dejó de temblar bajo mis pies.

Me convertiste en la hermana mayor en aquel 68 convulso y hoy, cuando cumples todos los años que me recuerdan que sigo siendo una hermana muy mayor, mi nostalgia se desliza por la plazuela de San Juan y noto tu manita cálida y orgullosa aferrada a mí, paseando por el Campo Grande, recuerdo tus escapadas a "Sevovia" reafirmándote cuando no te hacíamos caso y la pelumaqui en el sofá, el festival de la OTI donde nos moríamos de risa votando por el atuendo más hortera y la bobada que nos entró con Moreruela de los Infanzones;  por no hablar de la angustia cada verano cuando te perdías en la playa o de como tu cuerpo escayolado en aquel hospital (donde viviríamos años más tarde el rato más amargo) a una edad en la que no debería estar permitido enfermar  me descubrió tu enorme fortaleza de ánimo. En mi corazón quedará para siempre el hermoso regalo de haberme hecho tía y tu apoyo leal a mi opción de vida.

Hemos compartido el dolor y la emoción y me duele pensar que alguna vez no hayamos sabido estar a la altura de lo que nos merecemos como hermanas.
Sigue estando ahí  que solo por eso, hoy, me felicito por tenerte.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS HERMANA!



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